Una desafortunada mañana. Para nuestro bello patrimonio natural.
Nuestra palmera era tan bonita como la de los cuentos maravillosos… pero esta mañana hemos conocido su triste final. Es la segunda palmera que se despide de nosotros. Nos van diciendo adiós con sus hojas más nuevas: empiezan a doblarse poco a poco y a secarse. Al final se acaba marchitando el árbol entero. Como era una palmera robusta y de bastantes años, podía venirse abajo con la fuerza del viento.
El picudo rojo: un pequeño insecto, el picudo rojo (su nombre de guerra es: curculiónido ferruginoso), resulta ser el causante de esta desgracia. Procede de las regiones tropicales de Asia y de Polinesia, pero se ha ido extendiendo por otras zonas subtropicales y templadas del planeta. Desde Egipto llegó a nuestro país y fue descubierto en 1995. Actualmente se ha extendido por toda la costa del Mediterráneo, Andalucía y también por las Islas Canarias.
El picudo rojo es de color rojizo, con la cabeza en forma de pico y antenas. Puede desplazarse a largas distancias volando y también trepar desde el suelo hasta las copas más altas de las palmeras...
¿Perderemos todas nuestras bonitas palmeras en nuestra localidad?
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